viernes, 12 de marzo de 2010

Catedral De Leon


En la arquitectura gótica se generaliza el uso de los arcos apuntados (o arcos ojivales) y la bóveda de crucería concentrando así los empujes en puntos determinados y no en todo el muro, que permiten hacer catedrales más esbeltas (por una parte, el arco puede alargarse sin ampliar su ancho como ocurría en el románico y reduce los empujes haciendo cubiertas más ligeras, lo que permite abrir los muros). Desaparece la tribuna románica y los empujes laterales que ésta resolvía se envían a los arbotantes, arcos que transmiten el empuje de la cubierta a los contrafuertes exteriores, que solían estar rematados con pináculos, trompas y pechinas. Las grandes vidrieras son una muestra del interés del gótico por comunicarse con el pueblo. Así mismo, la sensación de verticalidad se corresponde a la idea del Jerusalén celeste, en comparación contra la sensación de acogimiento y seguridad a los fieles creada en el románico. Este tipo de construcciones solían tener un número impar de naves(3 ó 5) sustentadas por una bóveda de crucería cuatripartita, sexpartita, de treceletes, de abanico o estrellada. La fachada principal se estructuraba generalmente en tres vanos abocinados, constituidos por arquivoltas y jambas y enmarcados en un gablete, una galería de reyes del Antiguo Testamento, un gran rosetón (situado en la nave central), un andito (espacio mediante el cual se accede a la fachada para realizar posibles reformas) y por dos torres de características diferentes (rematadas o no con un pináculo en forma de flecha).

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